Introducción

      Los suelos son esenciales para la producción de alimentos. Los cultivos y los animales de pastoreo requieren suelos fértiles para una producción de alimento sustentable.

      La fertilidad de los suelos depende de un número de factores que interactúan

  •      clima (temperatura y precipitaciones) 
  •     sustrato original
  •     morfología
  •     actividad biológica
  •     tiempo de formación
      La producción de cultivos intensivos  sumado a la inadecuada reposición de nutrientes genera posibles balance negativo de nutrientes

      Esta  "exportación" de nutrientes del suelo conduce al descenso  de la producción de alimentos en muchas partes del mundo en desarrollo. Para superar los suelos naturalmente infértiles o por agotamiento o pérdida de nutrientes por causas antropogénicas es necesario el uso de fertilizantes.

     En los últimos años la producción agricola extrajo mas de un millón y medio de nutrientes del suelo.

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     Se denomina fertilizante a  toda sustancia o mezcla de sustancias que se incorporan al  suelo o al cultivo para  estimular su crecimiento, aumentar su productividad y mejorar su calidad. Se pueden dividir en abonos y enmiendas
 
     Abonos sustancias que se aplican al suelo o cultivos con el fin de enriquecerlos en elementos químicos activos. Se clasifican en minerales y orgánicos.

   Enmiendas sustancias que mejoran las propiedades físicas o fisico- químicas del suelo.
      Los abonos se clasifican en minerales y orgánicos. Los minerales, corresponden a mezclas o compuestos nitrogenados, fosfatados, potásicos, con participación de otros elementos en menores proporciones (calcio, magnesio, azufre, boro, entre otros).

    Los nutrientes que necesitan las plantas para vivir y desarrollarse los obtienen a partir del aire o del suelo. El dióxido de carbono, aporta más del 50 % de los componentes que necesitan las estructuras de las plantas. Los vegetales son capaces de absorber el dióxido de carbono del aire y pese a que la mayor parte del dióxido de carbono proviene de la atmósfera, otra parte es absorbida del agua del suelo, e ingresa a través de sus raíces. A su vez el agua es devuelta a la atmósfera por respiración o transpiración completando el ciclo.

     En el caso de nutrientes inorgánicos o minerales esenciales para las plantas son tomados a través del suelo. El contenido de nutrientes en la composición de las plantas es en general menor del 5 % de su peso. En la mayoría de las áreas cultivadas, la nutrición de minerales es inadecuada, por lo tanto hay que suplementarla con fertilizantes.

     Existen trece nutrientes que deben adicionarse al suelo, categorizados como primarios (nitrógeno, fósforo y potasio); secundarios (calcio, magnesio y azufre) y micronutrientes (boro, hierro, manganeso, cobre, zinc, molibdeno y cloro). Esta clasificación está basada en la cantidad de nutrientes que necesitan las plantas

      Uno de los puntos de mayor significación es que no todos los nutrientes se pueden aplicar en forma directa ya que en muchos casos necesitan un procesamiento o tratamiento antes de ser utilizados.

Contenido de elementos nutritivos de los fertilizantes comerciales en %

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